
Se cuenta que durante su exilio en New York conocía dónde degustar, a precios económicos, una buena ración de comida criolla, española, húngara o su preferida, la italiana, que solía acompañar con vino Chianti. Sus amigos lo consideraban un conocedor, y al Apóstol le gustaba compartir su mesa, pues también consideraba que "comer solo es un robo". Y para cerrar, un buen café...
Más allá de sus lecciones de ética, sacrificio y honradez, en Reyes Manso tenemos otros vínculos con el Héroe Nacional de Cuba, pues nuestra sede es parte de la Sociedad Cultural José Martí, y nuestro restaurante lleva el nombre de Abdala, el célebre poema martiano sobre el príncipe guerrero de Nubia. Grande, Maestro, gracias por la luz...
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