El nombre de esta bandeja especializada
viene del francés “chauffer”, que significa mantener cálido. Es portable y se
usa para alimentos que lleven una cocción lenta, o sea, que no precisen del
fuego agresivo de los fogones. Son fáciles de transportar y montar, y su
acabado es vistoso y adaptable a eventos de cualquier nivel.

Los chafers no son nuevos. Algunas vasijas
de cerámica con estas características han sido encontradas en excavaciones en
sitios arqueológicos medievales, como York, en la pérfida Albión (Inglaterra). El
pintor español Velásquez dibujó a una mujer pochando huevos en un chafer, y el legendario
cuisinier galo Francoise Pierre La Varenne solía usarlo allá por 1652. Un siglo
atrás, Hernán Cortéz describió al rey Carlos V su uso en la corte de Montezuma,
en Tenochtitlan.
